martes, 20 de abril de 2010

Uno de esos días.


Hace ya algún tiempo tuve uno de esos días diferentes, de esos en los que el tiempo pasa distinto, y la gente se ve diferente.
Las calles y los arboles toman otra forma, y los sonidos parecen amplificados, amorfos, y extraños. Poco entendibles.
El viento sopla con una fuerza extraordinaria, y prácticamente sientes que te llevaba.
Era impresionante ver la gente caminando por la calle, todos mostraban un rostro distinto y parecía que cada una de sus pequeñas facciones tuvieran vida propia. Cuando llego la noche sentí un silenció y una paz que nunca había sentido.
Sin duda fue un día excepcional.
Después de este suceso todo mi mundo cambio, ahora, todo es diferente… he notado que cada vez me vuelvo más indolente.

2 comentarios:

  1. Curiosamente he escuchado esa misma descripción por parte de un amigo que experimentó con drogas...

    No digo que lo hayas hecho, pero es curioso

    ResponderEliminar